
Problema:
La protesta como violencia.
Solución:
La protesta es un derecho,
una obligación y una gran responsabilidad. Todos los habitantes del pueblo
mexicano deberíamos protestar ante el tipo de acontecimientos como el de Ayotzinapa,
y no es que no lo hagamos, el mexicano tiene una vocación histórica de la
protesta, pero creo que debemos sumarle a esta, y quizá suene un poco cursi, ese
sentimiento “amoroso” por llamarle de alguna manera. Quizá sea una forma de
contrarrestar la violencia en la cual nos ha sumido el estado mexicano.
Entendiéndose por “amoroso” el tener conciencia, conocimiento y reconocimiento
sentimental por lo que estamos protestando y posiblemente de este modo vamos a
poder hermanarnos aún más de lo que estamos en este camino del dolor.
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